El ser padre o madre de un hijo deportista llega en un principio por el simple hecho de haber decidido ser padres.  Y en ese camino te vas encontrando con las talentos de tu hijo y juntos descubriendo su potencial deportivo.  Y en un abrir y cerrar de ojos te encuentras ya con un hijo deportista compitiendo en cualquier nivel y tú guiándolo con los recursos que cuentas en ese momento.   

Ser padre de un hijo deportista lleva una gran responsabilidad porque así como podemos potencializar su rendimiento también podemos mermar en el mismo.  La educación, el tipo de apoyo, los valores y las creencias familiares impactan 100% en su rendimiento.

Hay muchos ejemplos de deportistas profesionales en donde los padres generan una gran influencia en ellos, influencia que a veces los impulsa pero otras los restringe.

En el caso de Jorge Lorenzo, profesional de motos de carreras, su padre lo inició en el mundo de las motos a los 3 años y fue tanto el afán de su papá que Jorge no vivió una infancia ni adolescencia normales incluso por el divorcio de sus padres él a los 10 años se vio forzado a elegir separarse de su madre y cambiarse de ciudad para seguir a su papá y las motos.  Finalmente terminó la relación de su padre como su entrenador, decidió estar más cerca de su madre y tuvo que pasar por terapias para resolver cuestiones de su personalidad.

André Agassi comenta en su libro Open que él odiaba el tennis.   “De los 3 a los 13 años, amé cada minuto que pude jugar, y eso se lo debo a mi padre. El tiene mucho que ver con mi éxito actual…pero en la adolescencia sentía que mi padre ponía muchas expectativas en mí. Nuestra relación se basaba exclusivamente en el tenis. Yo quería que el fuera mi papá, no mi entrenador“.

Si tienes un hijo o hija deportista piensa en lo que él o ella necesitan y si está en ti dárselo, prepárate más para hacerlo o buscar alguien más que lo haga.   

Te dejo algunas preguntas de reflexión:

¿Qué tanto tu hijo está siendo impulsado por ti?

¿De qué forma te necesita tu hijo/a?

¿Qué tanto tu hijo/a quiere hacer este deporte y a qué nivel?

¿Qué tan bien o mal se la está pasando en su deporte?

Le has preguntado…¿Cómo te puedo ayudar? ¿Qué debo hacer más o qué debo hacer menos o qué debo dejar de hacer?

Te comparto algunos consejos de El libro “Nuestros hijos e hijas deportistas” de Fernando Aybar Soltero y Manuel Ríos Rigau:

1- Ofrece a tu hijo amor incondicional pierda o gane.

2- Anima a tus hijos a practicar el deporte que los motive a ellos y no por otras razones-   Deben amar suficiente su deporte como para esforzarse todos los días a entrenar.  

3- Conoce la filosofía del entrenador y del club-  Revisa si empata con la filosofía y valores de tu familia.

4- Recuerda que tu hijo no eres tú- No querramos hacerlo pasar nuestras buenas experiencias o evitarle nuestras malas experiencias. Apoya sus sueños y metas, aún cuando esto signifique renunciar a las tuyas.

5- Controla tu comportamiento, se un modelo a seguir- No insultes al árbitro, respeta las decisiones que pita el oficial. No critiques a nadie en el juego, se un ejemplo de cortesía deportiva. No inventes excusas por las derrotas.

6- Enseñalo a hablar y pensar de forma positiva y optimista-  Cuida tus mensajes, trabaja en tus inseguridades o temores para que no las transmitas.

7- Permite al niño cometer errores y sentirse nervioso, es parte del proceso de aprender-   Motívalo a intentar nuevos retos y aprender de los errores.

8- Enfócate más en el proceso que en el resultado- El ganar es una consecuencia del proceso de aprender y ejecutar destrezas correctamente que son las que te llevan a un buen resultado.

9- No compares los resultados de otros atleta con los de tu hijo- Aplaude sus logros y celebra su personalidad particular.

10- Aprende a escuchar a tu hijo; sus temores, alegrías y sueños- Sólo escúchalo y valida las emociones y sentimientos que manifiesta tu hijo.  Si crees que lo puedes apoyar correctamente hazlo y si no busca apoyo en un profesional.

11- No te conviertas en un entrenador sentado entre el público.  Tu hijo ya tiene entrenador y lo que necesita es un padre que lo apoye en el deporte, no en la dirección del entrenamiento deportivo.

12- Mientras lo llevas al juego no le hables de lo que debe hacer o no hacer. Como por ejemplo: “Tienes que correr más rápido”.  Los entrenamientos son para eso.  Lo que necesita antes de un juego es sentir confianza y concentración y ese es un proceso individual.  

13- No esperes que el deporte de tu hijo te haga famoso o millonario- De ser así, pasas de padre a ser un explotador. Ninguna medalla vale la salud de tu hijo”.

Recuerda que eres el factor más influyente en tu hijo, Benjamin Bloom en su libro “Desarrollando Talento en los Jóvenes’ expresa que el factor común en los jóvenes exitosos es que temprano en su vida tuvieron un pariente, maestro o entrenador que les modeló el amor al juego y el deseo de aprender.

Crea un ambiente sano y profesional para tu hijo para que juntos puedan disfrutar las experiencias y lecciones que sólo el deporte te regala.   Y  enhorabuena por ese regalo de hijo/a que la vida te dio.